Cómo la Estrategia y la Tecnología Ejecutan la Visión

Mucho se ha hablado de lo que es la visión y específicamente de los líderes que tiene bien definido una dirección clara de hacia donde quieren ir, de hecho hablamos de líderes visionarios que parecen ver más haya de lo que los simples mortales pueden percibir. Steve Jobs en un ejemplo, Bill Gate, Elon Musk, etc.

Ahora bien, desde el término académico podemos decir que la visión es una declaración que describe el futuro deseado de una organización.

La visión responde básicamente a ciertas preguntas relacionadas con:

  • ¿Hacia dónde vamos?
  • ¿Qué queremos hacer?

Lo que queda claro es que para una organización, con el sólo hecho de tener una visión no es suficiente, esa visión debe instrumentarse, debe llevarse a tierra, por eso seguramente hay muchas personas visionarias, pero pocas que han logrado el éxito.

Pero esa visión del líder debe ser compartida por el resto de la organización así como la forma en que se va a materializar, las creencias y valores depositados en esa visión también son muy importes.

Es aquí entonces donde incluimos el concepto de cultura, que podemos definir como “el conjunto de valores, creencias, normas y comportamientos compartidos que guían a las personas dentro de una organización”.

Otra definición muy oportuna nos dice que “es la forma en que se hacen las cosas dentro de la organización, incluso cuando nadie está mirando”.

Si la visión es ser una empresa tecnológica líder en la cual la calidad es lo más importante, la cultura debe acompañar a través de esa mano invisible que nos señale, que cualquier desviación de ese designio no es tolerada y que la calidad se aplica desde la fabricación de un teléfono celular, hasta enviar un reporte a nuestros jefes.

Un elemento fundamental es que la cultura condiciona significativamente la estrategia, tenemos que saber hacia donde iremos, tenemos que saber que el camino no tiene atajos, que el rumbo es el fijado y finalmente tenemos que determinar como vamos a recorrer ese camino, esa precisamente es la estrategia.

Una frase muy acertada dicha por uno de los teóricos de la administración más importantes del Siglo XX, Peter Drucker, nos diche que “La cultura se come a la estrategia en el desayuno”, lo cual podemos resumir en podemos hacer los planes que queramos pero si la gente no está convencida o bien cuando nos demos vuelta no lo hace, entonces esta estrategia habrá fracasado.

El éxito se logra con estrategia, y una de las definiciones de estrategia es “el plan que define como una organización usará sus recursos y capacidades para alcanzar sus objetivos y materializar su visión”.

Pero la estrategia debe ser llevada más a tierra aún teniendo en cuenta que como los vértices de un triángulo, una estrategia exitosa depende de las personas, de los procesos y de los sistemas de una organización.

Depende de las personas, que compartan la visión, la cultura y que estén dispuestos a ejecutarla, depende de procesos, que podemos definir como estructuras repetibles que aseguran que la estrategia se realice de forma consistente y eficiente y finalmente depende de sistemas que son las herramientas tecnológicas que soporta y sobre todas las cosas, permiten acelerar la ejecución de las tareas.

Entre otros aspectos los sistemas:

  • Proveen información para la toma de decisiones,
  • Automatizan tareas, liberando tareas para actividades más estratégicas,
  • Permiten la integración de las áreas y su comunicación.

Como vemos, y aquí queríamos llegar, la visión del líder se apalanca y de cierta forma se materializa a través de sistemas tecnológicos que lo acompañen.

Por esta razón es tan importan entre otros aspectos, los sistemas con los cuales la organización funcionará y la infraestructura tecnológica que haya definido, pues como vemos en este esquema, y aunque parezca lejano, la visión de un líder está atada a los sistemas que haya definido.

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